lunes, 19 de octubre de 2009

La ducha me daba miedaco y tenía mis motivos para sentirlo...





Le dije a Winnie de Pooh que no se acercara... que aquel bicho no bromeaba, que no le iba a pasar nada por no ducharse en unos días. Ese oso siempre fue demasiado confianzudo e inocente.











Por todos es sabido que los peluches con falta de personalidad tienden a imitar al que más éxito tiene ... me temo que también murieron Elmo, Spiderman y Blas. A todos les avisé, y salí dañada intentando salvar al señor Potato, que siendo como es un muñecajo inteligente, distrajo al monstruo duchil tirándole sus ojos gruñones y pudo huir. Dios los guarde en su memoria.

1 comentario:

Nano dijo...

¡Jajaja, es genial!
Si lo ve Pablo te lo copia, que anda que no me cuesta convencerle para que se duche, el muy gorrino.
Descansen en peace.