¿Por qué personas que
podrían construir, aparentemente luminosas, se convierten en lepismas y pierden
su tiempo y su fe en elegir los contrarios?
Breve ensayo.En
busca del porqué.
Premisa importante, si tienes la
suficiente fe o la insana fascinación como para creer en Satán hay que partir de la base de
una emoción directamente relacionada ante el miedo que un Dios verdadero,
bondadoso, luminoso EXISTA. Necesitas creer fervientemente en ese Dios que todo
lo perdona y que en todos habita para negarlo e insultarlo, sin contrarios ni
referentes religiosos no puedes ser un anti-Dios.
Recientemente me han recomendado, como obra de culto
cinematográfica la película: Lord of Salem, dirigida y escrita por un peculiar
“artista”, Robert Bartleh Cummings, conocido con el apodo de Rob Zombie. Este personaje, tuvo cierto
reconocimiento en la década de los noventa como músico, en bandas como White
Zombie, en solitario y en compañía de su adorado Alice Cooper. Rozamos un
estilo de música que siempre ha sido criticado, la oscuridad, los sonidos
empañados de oscuridad, recurridos samplers de bebés llorando, orgasmos
simulados y demás provocaciones cuyo
sentido, sinceramente, no alcanzo a entender de pleno. Por supuesto que alcanzo
a comprender el magnetismo por las modas radicales, cuanto más raro y más
transgresor seas en determinados círculos serás mejor aceptado. ¿En qué
círculos? ¿En los que se mide quién llega más lejos sin importar el daño provocado
en su recorrido? ¿Reírse de la idea de un Dios que es consuelo para much@s es
cool? ¿Provoca risas? ¿Cuál es el límite? Insisto, ¿cuál es el límite? Yo, con
absoluta sinceridad, sería mucho más feliz si mi fe y creencias fueran más
fuertes, pero a falta de certezas que de momento no tengo intento regirme por el orden natural básico de
aquello que la sociedad considera que está bien y aquello que está mal (este
punto merece de muchos matices como modelos de sociedad existen, pero no quiero
perderme en tonos y semitonos, casi to@s sentimos de forma natural aquello que
ayuda y aquello que daña). Cada día que pasa, pese a no poder clasificar
correctamente si es en una fuerza externa o una energía interna en lo que creo,
lucho porque la luz ilumine mis partes
oscuras ¿Qué mentes tan vacías e inseguras andan tan necesitadas de dañar a aquellos
que sobreviven con su poquito de aliento? ¿Qué moda ni qué tonterías? Me
provoca una inmensa tristeza comprobar que a día de hoy también se visten los
cerebros… “llevo el calzado que se estila, admiro a Aleister Crowley sin saber bien de
lo que hablo, no paro de escuchar el Helter Skelter, llevo los pitillos de
rigor (si fueran calzones de lana también las llevaría) y cuando me tomo un
cubata de más me echo unas risas sobre Charles Manson y demás ídolos… ahora bien, soy una persona estupenda”. A
día de hoy se extiende esta moda… del Underground en muchos casos hemos pasado
al “Mud earth underground”,
el regusto a lo que yo considero “lo malévolo”,está en boga, es el último grito, y a través de la apatía y de
la necesidad de “descreer” provoca un vacío estéril que va “llenando artifciosamente” a las personas “deshabitadas”,
el mal es un pasajero al que alimentan lentamente pero con constancia, apenas
sin darse cuenta. Contradicciones ideológicas complejas que no tengo ni la
formación ni la información necesaria para poder estudiar con debido rigor.
Sencillamente me sorprende que personas, no maltratadas por la vida y el dolor,
gran parte de las veces lo contrario, personas que han tenido todas las
oportunidades y han sido sobreprotegidas, opten por la oscuridad como
supremacía fashion, en vez de sentirse atraídos por los valores del amor, en vez de perder el tiempo con supercherías cuando bien podrían estar luchando por un mundo mejor, más justo.
Volviendo a la película, cuya sinopsis y
desarrollo es lo necesariamente estúpida, ambigüa, y sangrienta como para
conseguir a la pandilla de adeptos “tontainas satanistas” de turno. A partir
del pilón de “Las brujas de salem” o “El Crisol”, de quien ya Arthur Miller
aprovechó para hacer una metáfora denunciando
la caza de brujas a la que se vieron sometidos artistas e intelectuales
durante el gobierno “Macarthista”,( en este caso no por una cuestión religiosa
sino política) la historia ha dado para mucho… Este intento de reflexión va a
pasar por alto el atractivo o la falta de él que puedan tener los Juicios de
Salem, datados por el Tribunal de Oyer and Terminer en 1692.
Puritanismo, brujas, recelos y demás ingredientes básicos para que se diese ese
hecho, no lo considero de una importancia histórica relevante, ni histórica ni
de crecimiento humano. Aquellos que se molesten por mis palabras me podrán
decir “tratas de ignorarlo “o muletillas emocionales de ese rango…" Trato de no
ignorar nada puesto que creo que el correcto y amplio conocimiento es el único
pasaje para coger un tren que no descarrile; pero me gusta emplear mi tiempo en
construir cosas bellas y no dejarme horas investigando el origen del mal, pues
creo que empleando ese tiempo dejas que en tu pecho entren cardos cuando bien
podrían entrar buganvillas floreciendo con tan distintos colores… La
fascinación no la comparto, no obstante la denuncio. La película me parece
repugnante. No hay necesidad (cuando el músculo de la imaginación está
tonificado) de recrear el universo oprimente de Rosemary’s Baby que tan bien
retrató Polansky (y que parece que le pudo traer terribles consecuencias)
repitiendo escenas, personajes (como son las vecinas) e incluso el estampado
que empapela el tétrico pasillo que da a las puertas de las viviendas. ..Sobra
todo, desde la falta de una auténtica identidad por parte de la protagonista
(que tan sólo da para vídeo musical), pasando por los flash backs desagradables
que se repiten constantemente sobre la quema de las brujas, el bicharraco de
cuatro falos extensibles, veinte primeros planos del cabrito, tanto ojos en blanco… y, lo que me horrorizó,
imágenes tremendamente desagradables de bebés incluyendo la de uno crucificado.
Damas y caballeros: ¡¡hasta aquí!!
Aquell@s que somos padres, tíos, abuelos, -¡qué narices!-, personas amorosas, no debemos
pasar por alto la provocación de la maldad porque sí, por la ignorancia, por la
falta de personalidad, por las miles de justificaciones que pueda llegar a dar
un ser humano en cuanto a un comportamiento antinatural y malvado. ¿Efectismos?
Métaselos en su agujero negro junto al resto de sus galaxias que ya apenas
iluminan…
Yo me posiciono. Lo hago cada día cuando tomo una elección.
No paro de cometer errores, no paro… pero forman parte de la lucha por intentar
ser una persona mejor. Soy humanamente débil, me vuelvo más fuerte con cada paso
que doy hacia aquello que creo que es la posibilidad de una vida en armonía, en
la que todos tengamos un hueco y una voz. La paciencia, la tolerancia, aprender
a escuchar, la empatía, transmitir luz y amor, forman parte de mis intenciones
y tareas diarias, espero poder mejorar en todos los terrenos. Ser un velero
para mis padres, una nave para mis hijos, una amable brizna de hierba para el
mundo, para todos aquellos que ya quiero y querré. Al igual que Walt Whitman
veo a Dios en todas partes, y no es la oscuridad lo que me asusta, sino mi
inseguridad de no estar a la altura de la belleza y benevolencia de la Creación.
1 comentario:
Querida Emejota. Me parece muy acertada tu crítica y muy justo tu enfado, al que también me apunto. Un beso.
Tioluis
Publicar un comentario