miércoles, 27 de febrero de 2013

Historia de dos cerebros. De MJ a Concha.



Mi querida amiga médico: explícame si hay algún método (tope novedoso) que, aunque sea vía lobotomía parcial, me permita tener UNA CAJA VACÍA. Envidiaca pura y dura. Mis cables sueltan chispas, se enemistan cuando van por canales distintos tratando de marcarse el afluente masculino a lo "Rodríguez"; no hay manera de evitarlo sin llegar al cortocircuito. Todo, absolutamente todo, se mantiene unido aunque las soldaduras sean más o menos fuertes y los cables muestren ya su deshilachado metal... De la vulva a las bronquiolitis, el amanecer con muecas rebeldonas, los desayunos, los veinticinco minutos de Alex para vestirse, repetir las palabras y obligarles a construir frases, marcianos marcando nuestro ritmo de a tres, y los abuelitos, cuidados y cuidándonos. El ecosistema del amor gira por encima guiándonos.


                                 Gracias también a Mr. Mark Gungor




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