lunes, 21 de febrero de 2011

Más planes para un futuro económicamente estable....


Por todos es ultraconocido el microhondas... el cafelito que se enfrió y que consigues tomarte calentito aunque ya lleves el tiempo pegado al culo... cena familiar en la que todo lo planeado se te jode y, de nuevo el microhondas sonriendo tras su puertecita, animándote a presionar la tecla de descongelación salvándote con esa paletilla de cordero congelada unas semanas antes... No entro en debate sobre los posibles efectos cancerígenos de las supuestas radiaciones producidas por tan encantador electrodoméstico, porque, pese a mujer de ciencias que soy, tiro más por la física cuántica que por la investigación médica.
¿Cuántas veces, en pleno Agosto en Madrid, hemos llegado a casa con la necesidad imperiosa de tomarnos algo realmente frío (y el agua de la nevera nos resultaba tibia...)? ¿Cuántas veces, en desenfadados almuerzos con amistades, en ese momento de sobremesa en que alguno de los invitados te pregunta que si le puedes servir un cubata, corres veloz a la cocina para comprobar que la cocacola no está fría y encima no tienes hielos?
Pues ahí va: en breve, en los comercios de barrio (porque esto tampoco lo comparto con multinacionales), podrán disfrutar del FRIGOHONDAS. ( Patentado, parad vuestros culos que esta vez no me copiáis... va por ti, Bill Gates, que te crees que te las sabes todas).
Todavía ando ultimando detalles, centrada básicamente en el diseño: que ya que saco el Frigohondas que sea bonico a la par que útil.

Pista: Probablemente el primer comercio que elija para ponerlo a la venta será Galerías Preciados.
Os avisaré.

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